Museo del Romanticismo en calle San Mateo. Madrid
Los orígenes del Museo están ligados a la figura de Benigno de la Vega-Inclán, II Marqués de la Vega-Inclán, filántropo y mecenas que quiso dar a conocer el patrimonio correspondiente al periodo que delimitó entre 1808 y 1860, y fundador asimismo del Museo de El Greco de Toledo y del Museo Casa de Cervantes de Valladolid. En 1911 fue elegido por Alfonso XIII como Comisario Regio de Turismo y su labor se centró en el fomento del turismo en España y en la protección y promoción del patrimonio histórico. En este contexto destacó la fundación de la Casa de Cervantes en Valladolid, el Museo de El Greco en Toledo y el Museo Romántico en Madrid.
En otoño de 1921 se organizó una exposición en la sede de la Sociedad Española de Amigos del Arte, donde, distribuidos en tres salas y en un montaje dirigido por Pedro Muguruza, se expusieron 86 cuadros y algunos muebles, todo ello propiedad del Marqués que donó al Estado español. Fruto de la exposición nació el libro Tres salas del Museo Romántico (1921), de Vegue Goldoni y Sánchez Cantón, en el que estudian la pintura y pintores de la colección Vega-Inclán.
Benigno de la Vega-Inclán
El Marqués, en el prólogo de dicho libro, muestra su intención de crear un Museo Romántico, abarcando el periodo que incluye los gobiernos de Fernando VII e Isabel II, para tratar de preservar la memoria del Romanticismo español, una etapa de grandes logros literarios y artísticos a nivel nacional, y sugiere como sede el antiguo Hospicio. En diciembre de 1922 José Ortega y Gasset pronunció una conferencia titulada Para un Museo Romántico, en la que explicaba las aspiraciones del Marqués y sugería la búsqueda de una sede para el Museo en Madrid, así como su importancia como símbolo de una generación.
En enero de 1923 el Ministerio de Instrucción Pública mostró su disposición de instalar el Museo en el antiguo Hospicio pero la Diputación Provincial de Madrid no permitió la cesión por ser de su propiedad. En julio del mismo año, el Marqués alquiló a Francisco de Paula Fernández de Córdoba y Fernández, conde de la Puebla del Maestre, la casa situada entre las calles San Mateo y Beneficencia. En 1924 ordenó acondicionar algunas zonas del edificio y el 1 de junio nacía el Museo Romántico, con 86 cuadros y los muebles de la colección del Marqués junto a otras donaciones.
En 1927 el Estado compró el edificio como sede permanente del museo y en 1931 se creó el Patronato de las Fundaciones Vega-Inclán. Tras el fallecimiento del Marqués, en enero de 1942, sus bienes fueron legados al Estado y dos años después se llevó a cabo la primera reforma del Museo. En mayo de 1945 volvió a abrir al público, con Mariano Rodríguez de Rivas como director. Este fue su verdadero impulsor, siendo su mandato uno de los más fecundos en la historia del Museo.
Creó una biblioteca romántica y un salón de actos que sirvió, junto al jardín y a los patios, para acoger diversas actividades como conciertos, recitales poéticos, exposiciones temporales y conferencias. También fueron destacadas las fiestas y reuniones que se organizaban, a las que acudía lo más selecto de la sociedad madrileña. Entre ellas tuvo especial repercusión la celebrada el 11 de mayo de 1949, en honor de Ramón Gómez de la Serna, a la cual los asistentes acudieron atavaidos con trajes de época. En 1958 accedió a la dirección Elena Gómez-Moreno, hija de Manuel Gómez-Moreno. Se ejecutaron nuevas reformas y continuó las labores de difusión de su predecesor con distintos actos como sesiones musicales, conferencias, recitales y exposiciones. En 1959 se realizó un nuevo inventario, que sustituyó al de 1949, y se dio un gran impulso a las publicaciones, promoviendo varios estudios sobre el Museo y el Romanticismo.
En 1987 accedió una nueva directora, Rosa Donoso Guerrero, con quien se llevan a cabo dos nuevas reformas, en 1990 y en 1997, de la mano del arquitecto Ignacio Gárate. Se organizaron exposiciones temporales, todas ellas acompañadas de ciclos de conferencias y catálogo. En 1994 nació la Asociación de Amigos del Museo Romántico, cuyos antecedentes se retraen a 1961 con la asociación Amigos del Museo Romántico, con el objetivo de promover actividades y apoyar al Museo. A partir de 1997, con Begoña Torres González en la dirección, siguieron los actos de difusión con conferencias, exposiciones y conciertos.
El museo se concibió no como una mera exposición de objetos sino con la intención de que mediante la recreación del ambiente, el visitante se sintiera transportado a la época romántica, llegando a adquirir gran renombre precisamente por la fidelidad, exactitud y autenticidad con que presentaba ese ambiente decimonónico, y por su carácter íntimo y recoleto, alejado del concepto de museo-espectáculo de masas que se puso de moda a finales del siglo XX.
Su construcción se inició en 1776, finalizándose entre 1777 y 1779. Es un ejemplo representativo de vivienda noble del Antiguo Régimen en la capital madrileña, presentando elementos muy comunes a este tipo de edificios, como el amplio portón de entrada formado por sillares de granito, ventanales con balcón de forja en el piso noble, o la techumbre abuhardillada. El arquitecto mantuvo algunos recuerdos barrocos en la composición de la fachada, con marcos ligeramente quebrados en el primer piso; predominan, sin embargo, la severidad y simetría propias del Neoclasicismo que triunfaba en esa época. (Datos de Wikipedia) Todas las fotos son propias
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